*Improcuentos en Calle Rumanía 700 – CDMX*
Llegué casi rayando la hora para el inicio del espectáculo que tenía como pitazo las 7:00 p.m. El lugar estaba repleto.
Mi expectativa era divertirme con otro formato de narración oral. Me senté en una esquina, único lugar disponible. Tres artistas y un presentador fueron los llamados a la escena: Ixchel Sepúlveda, Marconio, Víctor Hernández y Cesar Rincón. Ocho juegos, de un formato sencillo, en dos bloques fue el show.
La primera vez que tuve un acercamiento con la improvisación de cuentos fue en el 2011, en el pretil de la Universidad de Costa Rica, por aquellos tiempos realizábamos concursos informales una vez a la semana, la impro es un laboratorio escénico.
Improvisar cuentos con auditorio lleno o vacío es cosa sería, más de un papá o mamá en la comodidad de su casa, bajo el encanto del hogar ha quedado enmudecido de tanta agilidad mental que se requiere.
Este inicio de temporada de #Improcuentos en la #CDMX no decepcionó, sin embargo en la escena de la narración oral, siempre me hace falta microfonía, iluminación y buena amplificación del sonido.
Como una vez me dijo un amigo colombiano: “Parce, cientos de ingenieros y científicos han trabajo décadas en la majestuosa producción del sonido, cómo para que usted ponga ese parlante reventado a sonar”, desde ese día hemos tomado conciencia de la importancia del sonido para cada una de los artistas en la escena. Esperamos seguir viendo espectáculos de narración oral escénica en Ciudad de México y San José y así promover la escena.
¡Gracias por leer el Caleidoscopio Cuentístico de la Fundación Festival Puro Cuento!
Cuentero13,
